martes, 13 de abril de 2010

Carta abierta de Brizola Neto a José Serra: Brasil ya no puede


Ya no puede ser el país de las élites, porque nuestras élites en general, no dude en ponerse en vender todo lo que este país tiene - como de hecho anima a hacer - por lo que la "raza dominante" venir aquí y aprovechar la riqueza de nuestras "eficiente" y "rentable".
He leído gran parte de su discurso, el Sr. José Serra.Talvez que ser hoy el que se haya a mi edad, cuando era un joven que presidió la Unión Nacional de Estudiantes y el apoyo del gobierno de Joao Goulart en el Rally de Central. Cuando se demuestra que hoy condena el socialismo, el patriotismo de hoy revela el desarrollo autónomo de Brasil, que hoy debocha. O señor, como Fernando Henrique, es útil a los propietarios de Brasil - sí, Serra, Brasil tiene dueños porque el 1% de los más ricos brasileños tienen las mismas todos los más pobres el 50% - ya que era diferente en el pasado y hoy es el cobre que no fue a ver lo que es.
El símbolo de Brasil no puede, que no puede ser más como ellos.
Brasil ya no puede ser de las elites, ya que nuestras elites, con pocas excepciones, desprecian nuestra gente le resulta lamentable, perezoso, vago, sucio, marginal deshonestos. Pídale que asco, el cierre de sus gafas sin película se vea.

Ya no puede ser el país de las élites, porque nuestras élites en general, no dude en ponerse en vender todo lo que este país tiene - como de hecho anima a hacer - por lo que la "raza dominante" venir aquí y aprovechar la riqueza de nuestras "eficiente" y "rentable". Para ellos, por supuesto, y para aquellos que viven de sus migajas.

Ya no puede verse a los gobernantes arrogantes de Brasil, como tú, que hablar - cuando hablan - que el discurso de ampollas que, en un lenguaje sofisticado que la gente no entiende, negociar lo que es de todos en beneficio de algunos.

Ya no puede ser el país de los hombres sabios que, como se sabe, hizo este gigante de rodillas ante el mundo y nos ha hecho esclavos de un orden injusto político y económico. El país de los gobernantes "cultos" que saben miau en francés y decir "sí señor" en Inglés.

Ya no puede verse gotero de desarrollo del país, el superávit por encima de todo, los beneficios de interés por encima de todo, sin embargo, por encima de personas, el mercado por encima de la felicidad, el dinero por encima de humanos.
Brasil ahora puede más que pudo el gobierno de la que usted participó.
Podría enfrentar la más devastadora crisis económica global, aumento de los salarios, ingresos, consumo, producción, empleo, cuando nos enteramos de décadas antes de una crisis en Malasia o Tailandia que tuvo que meter más gente.
¿Podría hablar de igual a igual en el mundo, pudo reanudar su petróleo, podría dejar de disparar, podría reanudar la inversión pública, podría volver a invertir en vivienda, el saneamiento, en las presas, puertos, ferrocarriles, gasoductos.
¿Podría ampliar el acceso a la educación, mientras que por debajo de la personas que merecen, no podía hacer inmensas masas excluidas entrar en el mundo del consumo y tienen derecho a soñar.
Tal vez, sí, asumiendo el papel del mundo para un gran país, el líder de sus hermanos de América Latina
Brasil en última instancia podría ser el país donde su gente no se siente un paria. Un país donde el progreso ya no es sinónimo de infelicidade.É tanto, Serra, que el Brasil no puede ir hacia atrás. No se puede volver a las manos de gente tan arrogante con su gente y tan dócil a todas las edades. Ya no puede ser gobernado por gente fresca que no se sienten el dolor de los demás y está dispuesto y ansioso por el cambio.
Ya no puede, Sierra, ya no puede ser gobernado por gente que repudió sus años más generoso, más valientes, más decididos y que dieron a luz sus sueños al pragmatismo, que se disfraza de su capitulación ante el enemigo en el nombre del discurso moderno, como si lo que podría ser el Brasil moderno se apoya en más retrógradas, elitistas, la esclavitud, reaccionaria.
Hay gente como que, en apoyo de Lula y Dilma, por razones de conveniencia política de las elecciones, sí. Pero hay dos centenares de veces más a su lado, sin ninguna razón, sino de ver que su candidatura y su elección es la manera de detener el ascenso de "escoria". donde hay un reaccionario empedernidamente brasileño, habrá un votante suyo, José Serra. Normalmente no hablar bien con un hombre mayor, no se comprometió ousadia. Mas como se sienten esta necesidad, más allá de mí, más allá de mi timidez natural, y mi propio fracaso . Me siento obligado a ser la voz de tu pasado, José Serra. Es un joven que Dios sólo pide que sus convicciones no recaen sobre ellos con el tiempo se cae el cabello, que sus causas no se desvanecen con el tiempo se debilita el cuerpo, que su amor por el pueblo brasileño para sobrevivir como la pasión de la vida. Ese conocimiento, que es el momento para que no la capital de mi éxito, pero la herramienta del futuro.
Vi a un hombre, ya viejo, frente a derrotas electorales y morir como un triunfador, porque nunca había traicionado las ideas que él defendía. Los errores, el ser humano comete todo. La traición, sin embargo, es el asesinato de nosotros mismos. ¿Quiénes fueron muertos a cambio de una nueva papel. Talvez por lo tanto, la voluntad de su dificultad para dormir.
En la remota posibilidad de ganar las elecciones, José Serra, que será derrotado. Usted es el verdugo de sus mejores sueños.

Brizola Neto Carlos Daudt Brizola, el congresista PDT-nieto del fallecido líder de RJ y combativa Brizola

sábado, 10 de abril de 2010

CARTA DE FRANCO A HITLER 26-02-1941


EL PARDO, 26 de febrero 1941 

Führer ESTIMADO: 

Su carta del 6 º me hace desear que le envíe mi respuesta con prontitud, ya que considero que es necesario hacer ciertas aclaraciones y confirmación de mi lealtad. 

considero como usted mismo lo que el destino de la historia le ha unido conmigo mismo y con el Duce de manera indisoluble. Nunca han tenido que ser convencido de ello y como yo os he dicho más de una vez, nuestra guerra civil desde su inicio, y durante todo su trayecto es más que una prueba. También comparto su opinión de que el hecho de que España se sitúa en las dos orillas del Estrecho de sus fuerzas a la enemistad extrema hacia Inglaterra, que aspira a mantener el control del mismo. 

Nos encontramos hoy en los que siempre han defendido, de manera resuelta y con la más firme convicción. Usted debe tener ninguna duda sobre mi absoluta lealtad a este concepto político y para la realización de la unión de nuestros destinos nacionales con los de Alemania e Italia. Con la misma lealtad, me han dejado en claro a usted desde el inicio de estas negociaciones a las condiciones de nuestra situación económica, las únicas razones por las que no ha sido posible hasta ahora para determinar la fecha de la participación de España. 

Teniendo en cuenta nuestro propio puesto dificultades de la guerra, ustedes recordarán que nunca han fijado un plazo demasiado corto para nuestra entrada en la guerra. Permítame, Führer, decir que el tiempo transcurrido hasta el momento no se ha perdido por completo, ya que hemos sido ciertamente no obtener grandes cantidades de grano suficiente que nos permita construir acciones, pero sin duda para algunos de los pan necesario para el sustento diario de las personas que de otro modo habrían muerto de inanición en número considerable. 

Por otra parte, hay que reconocer que en esta cuestión del suministro de productos alimenticios, Alemania no ha cumplido su ofrecimiento de apoyo efectivo hasta hace muy poco. Ahora estamos empezando a moverse en el terreno de los hechos concretos y dentro de este campo no hay nada que deseo más que para acelerar las negociaciones lo más posible. Con este fin hace unos días le envié información sobre nuestras necesidades como a los productos alimenticios y, en general y militar esferas económica. Estos datos están abiertos a nuevo examen, aclaración, verificación, y la discusión con el fin de llegar rápidamente a la solución que nos interesa a ambos por igual. Sin embargo, usted comprenderá que en un momento en el pueblo español está sufriendo la mayor hambruna y duradera todo tipo de privaciones y sacrificios, no es ciertamente propicia para pedir más sacrificios de ellos si mi petición no va precedida de una reducción de la esta situación, que al mismo tiempo, nos puede permitir llevar a cabo previamente una propaganda inteligente en la amistad constante y eficaz apoyo del pueblo alemán, que despertar en el español de los sentimientos de sincera amistad y admiración que siempre ha tenido para su Nación. 

Mis observaciones sobre nuestro clima eran simplemente una respuesta a sus sugerencias, y no eran en modo alguno un pretexto para aplazar indefinidamente lo que en el momento adecuado será nuestro deber hacerlo. 

Durante la reciente conferencia de Bordighera le di la prueba a la mundo de la naturaleza de mi actitud resuelta; esta conferencia también sirvió como un llamado al pueblo español que marca la dirección en la que se encuentran sus obligaciones nacionales y la preservación de su existencia como una nación libre. 

Una observación he de repetir a su Excelencia, el cierre del Estrecho de Gibraltar no es sólo un requisito previo para el mejoramiento inmediato de la situación de Italia, pero quizá también para la final de la guerra. Sin embargo, para que el cierre de Gibraltar puede tener un valor decisivo, también es necesario que el Canal de Suez se cerrará en el mismo tiempo. Si esta última circunstancia no debería tener lugar, nosotros, que están realizando la contribución real de nuestros esfuerzos militares tienen el deber de sinceridad para decir que la situación de España en el caso de una prolongada guerra excesivamente pasaría a ser extremadamente difícil. 

Usted habla de nuestras demandas y compararlos con los suyos y los de Italia. No creo que uno podría describir la demanda del español como excesiva, y menos aún, si tenemos en cuenta el tremendo sacrificio del pueblo español en una batalla que fue un precursor digno de la actual. En relación con este punto de la precisión necesaria no existe en nuestro acuerdo también. El protocolo de Hendaya-me permite expresarlo-es en este sentido muy vago y recuerda a Vuestra Excelencia las condiciones (hoy tan cambiada) de esta indefinición y la falta de precisión. Los hechos en su desarrollo lógico de hoy han dejado muy atrás las circunstancias que en el mes de octubre tuvo que ser tomada en consideración con respecto a la situación imperante, y el protocolo existente en ese momento en la actualidad debe ser considerado pasado de moda. 

Estos son mis respuestas, querido Führer, a sus observaciones. Quiero disipar con ellos toda sombra de duda y de declarar que estoy dispuesto a tu lado, por completo y decididamente a su disposición, unida en un destino histórico común, el abandono de lo que significaría mi suicidio y el de la causa que he conducido y representan en España. No necesito la confirmación de mi fe en el triunfo de su causa y repito que siempre será un fiel seguidor de la misma. 

Créame su amigo sincero, con mi cordial saludo, 
F. FRANCO 

A: 
Su Excelencia ADOLF HITLER 
Führer del pueblo alemán 



FUENTE: 

No. 13. Carta del general Franco a Hitler 
http://www.yale.edu/lawweb/avalon/wwii/spain/sp14.htm 

El Proyecto Avalon en Yale Law School 
, el Gobierno español y el Eje 
http://www.yale.edu/ lawweb / Avalon / Segunda Guerra Mundial / España / spmenu.htm 

la Universidad de Yale 
http://www.yale.edu/

domingo, 4 de abril de 2010

Carta Silvio Rodríguez responde: "Atrévete, Carlos Alberto"


El artículo de Silvio Rodríguez "Preguntas de un trovador", publicado en Rebelión el 30 de marzo, generó una respuesta de Carlos Alberto Montaner. Ahora el cantautor cubano responde a Montaner
Silvio Rodríguez. Foto: Kaloian Santos | Cubadebate 

2 de abril, 2010

Montaner:
Mi hijo Silvio-Liam es una voz que comienza a extender sus verdades. El ama a nuestro Apóstol, no le resulta incómodo, no desea borrarlo de la Historia. A él no le crispa que Martí haya dicho: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”. Él escogió ponerse “el libre” por no sentirse atado. Asume haber nacido así y su padre aplaude que lo sienta y lo diga en su clave generacional.
Desconoces la razón de un joven, pero intentas apropiártelo. No pareces comprender mucho lo que aseguras defender. ¿Será costumbre tuya? Diseñas una Cuba distorsionada que propagan las monstruosas cadenas. Cortando y pegando repartes un odio que ha derribado aviones llenos de inocentes. Siempre he reprobado el hundimiento del remolcador “13 de marzo”. Pero quién va a creer que te importan los muertos somalíes, cuando no te interesan los cubanos que dieron su vida por un fingido prócer. A mí me conforta saber que no fue en vano el sacrificio de los caídos en Angola. No sólo porque los haya visto combatir y morir pobres y limpios, sino porque fueron consagrados en la eternidad por Nelson Mandela.
Atrévete, Carlos Alberto, a afirmar que Mandela mintió cuando dijo que la presencia cubana en África significó el principio del fin del apartheid.
Sé que tus argucias serán multiplicadas mil veces más que cualquier verdad desde Cuba. Desde esta dignidad cercada continuaré cantando lo que pienso: Sigo con muchas más razones para creer en la Revolución que en sus detractores. Si este gobierno es tan malo ¿de dónde salió este pueblo tan bueno?
Atrévete un día a respetar al prójimo. Atrévete a expulsar la soberbia. Atrévete a merecer un pueblo como este.
La Habana, Cuba

Carta de Montaner a Silvio Rodríguez


El cantautor Silvio Rodríguez me ha hecho una pregunta públicamente. Se la voy a responder. Es un magnífico y admirado compositor al que debe tomársele en cuenta. Dice Silvio: “Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta denuncia ¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?”. La pregunta forma parte de lo que parece ser un poema o la letra de una canción inédita. El texto se titula Preguntas de un trovador que sueña y está disponible en un website llamado kaosenlared.net, vertedero ideológico en el que es posible leer elogios a los narcoterroristas de las FARC o a los asesinos de ETA, pero donde, de vez en cuando, aparecen críticas lúcidas a la dictadura cubana.

Por supuesto, Silvio: yo firmaría esa denuncia. La CIA, como todos los servicios de inteligencia, ha hecho cosas deplorables que merecen ser censuradas. Y las ha hecho el ejército norteamericano cuando maltrató cruelmente a los prisioneros. Y las sigue haciendo el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y hasta la Corte Suprema, cuando priva a ciertos detenidos del amparo de la ley. Todo eso, incluida la pena de muerte, me parece abominable y contrario a un verdadero Estado de Derecho en el que se respeten las libertades individuales.

Ahora, Silvio, me toca preguntarte a ti: ¿firmarías una carta en la que se denunciaran los atropellos a los presos políticos cubanos y el acoso a las Damas de Blanco? Una carta en la que mostraríamos nuestro respeto por Orlando Zapata Tamayo, Guillermo Fariñas y todo aquel dispuesto a morir defendiendo su dignidad de ser humano. Una carta en la que solicitaríamos la condena a los policías responsables de la muerte de 41 infelices, la mayor parte niños y mujeres, que huían de Cuba en un barco en la madrugada del 13 de julio de 1994. Una carta en la que los cubanos les pediríamos perdón a los somalíes por la matanza de miles de personas llevada a cabo en 1977 y 78 por el ejército cubano en la Guerra de Ogadén, cuando Cuba se alió a la dictadura etíope. Una carta en la que se condenara la censura, el dogmatismo, el partido único, la persecución a las personas por tratar de defender sus ideas políticas, sus creencias religiosas, sus preferencias sexuales. Una carta en la que les dijéramos a los hermanos Castro que 51 años es un periodo demasiado prolongado para continuar imponiéndoles a los cubanos un sistema fallido y cruel en el que ya casi nadie cree, comenzando por ti, Silvio, y por tu talentoso hijo “Silvito”, músico, como tú, a quien apodan “el Libre” para diferenciarlos, porque Silvito ha decidido cantar y decir lo que piensa.

Voy a contestar por ti, Silvio: yo creo que la firmarías. Y creo que la firmaría el 90% de los cubanos, hartos ya de esa vieja dictadura de difuntos y flores. Y te diría más: es importante que todos los cubanos interesados en salvar el futuro (porque el pasado lo hemos hecho añicos irremediablemente), los de la oposición democrática y los reformistas del régimen, como es tu caso, se encuentren en un punto medio para buscar una salida a la trampa que nos van a legar los hermanos Castro cuando decidan morirse y nos dejen como herencia un manicomio empobrecido y sin ilusiones patrullado por una legión de policías corruptos.

Hace pocas fechas dijiste que a la palabra “revolución” hay que quitarle la “r” para comenzar a evolucionar. De acuerdo. ¿Cómo se hace ese prodigio? Se hace vaciando las cárceles de presos políticos, permitiendo la libre expresión de las ideas y la asociación espontánea y sin coacciones de las personas. No se trata de determinar ahora hacia dónde debe ir el país. Lo que se impone en este momento es abrir los cauces de participación para que los propios cubanos cambien todo lo que haya que cambiar y decidan democráticamente el rumbo que debe seguirse. Después, poco a poco, sin violencia, sin revanchas, pacíficamente, elección tras elección, las piezas irán cayendo en su lugar hasta que salgamos de la etapa actual y la sociedad, si así lo decide libremente, redefina el Estado y el perfil de la convivencia.

¿Hacemos esa carta juntos? Atrévete.

Preguntas de un trovador que sueña


a Bertold Brecht, por sus Preguntas de un obrero que lee 
Silvio Rodríguez


Si el flautista de Hamelín partiera con todos nuestros hijos ¿comprenderíamos que se nos va el futuro?
Si ese futuro que se nos va supiera adónde lo lleva el
flautista de Hamelín ¿partiría con él?
Si un huelguista de hambre exigiera que Obama levantara el bloqueo ¿lo apoyaría el Grupo Prisa?
Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta de denuncia
¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?
Si algunas firmas meditaran antes de condenar las cárceles ajenas ¿resultarían incólumes las propias?
Si un líder del norte es un líder
¿por qué es caudillo el que nació en el sur?
Si la política imperial es responsable de algunas de nuestras desgracias ¿no deberíamos liberarnos también de esa parte de la política imperial?
Si condenamos la guerra fría ¿nos referimos a toda
o sólo a la porción ajena?
Si este gobierno ha sido tan malo ¿de dónde
ha salido este pueblo tan bueno?
Aborto (marque con una cruz):
asesinato, hedonismo, piedad
Homosexuales (marque con una cruz):
Elton John advierte que Cristo era gay
¿Quién le importa al PP? (marque con una cruz):
¿Zapata o Zapatero?
Si la Casa Blanca devolviera Guantánamo y acabara el embargo ¿qué posición (común) adoptaría
el Kama-Sutra europeo?
Si el que hoy maldice ayer bendijo
¿con quién pasó la noche?
Si de veras nos haría tanto daño una amnistía
¿por qué no me lo explican?
Si la suma de ambas intransigencias nos extingue y la nada baldía nos arrastra al pasado ¿nuestros hijos tendrán lo que merecen?
¿Qué pasa con los negros? ¿Qué pasa con los amarillos? ¿Qué pasa con los blancos? ¿Qué pasa con los rojos, con los azules e incluso con los hombrecillos verdes?
Si alguien roba comida y después resulta que no da la vida
¿qué hacer?
Si otro Martí naciera entre nosotros ¿podría ser emigrante, rapero, cuentapropista, ciudadano provincial en una chabola periférica?
Patria, Universo, Vida, respeto al semejante
y todos Venceremos un poquito
www.kaosenlared.net/noticia/preguntas-trovador-que-suena

jueves, 1 de abril de 2010

Carta a los estudiantes, Émile Zola 14 de diciembre de 1897



¿Adónde vais, jóvenes, adónde vais, estudiantes que corréis en grupos por las calles, manifestándoos en nombre de vuestras iras y de vuestros entusiasmos, sintiendo la necesidad irresistible de lanzar públicamente el grito de vuestras conciencias indignadas?

¿Vais a protestar contra algún abuso del poder, han ofendido vuestro anhelo de verdad y equidad, ardiente aún en vuestras almas jóvenes, almas que ignoran los arreglos políticos y las cobardías cotidianas de la vida?

¿Vais a reparar una injusticia social, vais a poner la protesta de vuestra juventud vibrante en la balanza desigual donde, con tanta falsedad, se pesa el sino de los afortunados y de los desheredados de este mundo?

¿Vais, para defender la tolerancia y la independencia de la raza humana, a silbar a algún sectario de la inteligencia, de estrecha mollera, que ha pretendido conducir vuestras mentes liberadas hacia el antiguo error proclamando la bancarrota de la ciencia?

¿Vais a gritar, al pie de la ventana de algún personaje esquivo e hipócrita, vuestra fe inquebrantable en el porvenir, en ese siglo venidero que representáis y que ha de traer la paz al mundo en nombre de la justicia y del amor?

¡QUE VUELVA A ARDER LA LLAMA DE JUSTICIA JUVENIL!

¡Ah!, cuando yo era joven, vi cómo se estremecía el Barrio Latino con las orgullosas pasiones de la juventud, el amor a la libertad, el odio a la fuerza brutal que aplasta cerebros y oprime almas. Lo vi, bajo el Imperio, entregado de lleno a su esforzada labor de oposición, a veces incluso injusto, pero siempre por un exceso de amor a la libre emancipación humana.

Silbaba a los autores gratos a las Tullerías, se ensañaba con los profesores cuyas enseñanzas le parecían sospechosas, se alzaba contra cualquiera que se declarase a favor de las tinieblas y de la tiranía. En él ardía el fuego sagrado de la hermosa locura de los veinte años, cuando todas las esperanzas son realidades, cuando el mañana aparece como el triunfo indudable de la Ciudad perfecta.

Y si nos remontáramos más atrás en esta historia de las nobles pasiones que han alzado a la juventud de las universidades, veríamos a ésta siempre indignada ante la injusticia, estremecida y sublevada a favor de los humildes, de los abandonados, de los perseguidos, contra los crueles y los poderosos… Se ha erigido en defensora de cuantos sufrían, de cuantos agonizaban bajo la brutalidad de una masa o de un déspota.

Si corría la voz de que el Barrio Latino estaba en ascuas, no había duda de que detrás ardía una llama de justicia juvenil, ajena a precauciones, que acometía con entusiasmo obras dictadas por el corazón. ¡Y qué espontaneidad entonces, qué torrente desbordado corría por las calles!

¿TE ATREVERÁS, JUVENTUD, A DECIR LA VERDAD?

Yo sólo le pregunto al país dónde podremos encontrar la clara intuición de las cosas, la sensación instintiva de lo que es verdad, de lo que es justo, como no sea en esas almas nuevas, en esos jóvenes que nacen a la vida pública y a quienes nada debería ofuscar su razón recta y buena.

Que los políticos deteriorados por años de intriga, que los periodistas desequilibrados por todas las componendas de su oficio puedan aceptar las mentiras más impúdicas, puedan hacer la vista gorda ante abrumadoras evidencias, es explicable, comprensible. Pero ¿la juventud? Muy gangrenada ha de estar para que su pureza, su candor natural no se reconozca a simple vista en medio de los inaceptables errores y no se enfrente directamente a lo que es evidente, a lo que está claro, luminoso como la luz del día.

Haber sucumbido al anhelo de verdad es un crimen. Haber exigido justicia es un crimen. Retornó el horrible despotismo, la mordaza más dura acalla otra vez las bocas. Quien aplasta la conciencia pública no es ya la bota de un César, sino toda una Cámara que condena a quienes se enardecen por el deseo de lo justo. ¡Prohibido hablar!

¡JUVENTUD, PIENSA EN LA GRAN LABOR QUE TE ESPERA!

Los puños machacan los labios de quienes han de defender la verdad, se amotina a las masas para que reduzcan al silencio a los aislados. Nunca se había organizado una opresión tan monstruosa y dirigida contra la libre discusión. Y reina el más vergonzoso terror, los más valientes se vuelven cobardes, nadie se atreve ya a decir lo que piensa por miedo a que le denuncien acusándole de vendido y traidor.

Los escasos periódicos que conservan cierta honestidad se humillan ante sus lectores, quienes se han vuelto locos con tantos chismes estúpidos. Ningún pueblo, creo yo, ha pasado por un momento más confuso, más absurdo, más angustioso para su razón y su dignidad.

Ya sé que el grupo de jóvenes que se manifiesta no representa a toda la juventud y que un centenar de alborotadores por la calle causan más ruido que diez mil trabajadores que se quedan en su casa. Pero cien alborotadores son ya demasiados, y ¡qué desalentador es el síntoma de que ese movimiento, por reducido que sea, se produzca hoy en el Barrio Latino!

¡Oh juventud, juventud! Te lo ruego, piensa en la gran labor que te espera. Eres la futura obrera, tú pondrás los cimientos de este siglo cercano que, estamos profundamente convencidos, resolverá los problemas de verdad y de equidad planteados por el siglo que termina.

TE PASAMOS EL TESTIGO: ¡HAZ REALIDAD NUESTROS SUEÑOS!

Nosotros los viejos, los mayores, te dejamos el formidable cúmulo de nuestras investigaciones, tal vez muchas contradicciones y oscuridades, pero ciertamente también te dejamos el esfuerzo más apasionado que nunca siglo alguno haya realizado en pos de la luz, los más honestos y los más sólidos documentos, los fundamentos mismos de este vasto edificio de la ciencia que tienes que seguir construyendo en pro de tu honor y tu felicidad.

Y sólo te pedimos que seas más generosa aún que nosotros, más abierta de espíritu, que nos superes con tu amor a una existencia pacífica, dedicando tu esfuerzo al trabajo, esa fecundidad de los hombres y de la tierra que por fin sabrá lograr que brote la desbordante cosecha de alegría bajo el resplandeciente sol.

Nosotros te cederemos fraternalmente el puesto, satisfechos de desaparecer y descansar de nuestra parte de labor en el sueño gozoso de la muerte, si sabemos que tú continuarás y harás realidad nuestros sueños.

¡Juventud, juventud! Acuérdate de lo que sufrieron tus padres, y de las batallas terribles que tuvieron que vencer, para conquistar la libertad de que gozas ahora. Si te sientes independiente, si puedes ir y venir a voluntad o decir en la prensa lo que piensas, o tener una opinión y expresarla públicamente, es porque tus padres contribuyeron a ello con su inteligencia y su sangre.

No has nacido bajo la tiranía, ignoras lo que es despertarse cada mañana con la bota de un amo sobre el pecho, no has combatido para escapar al sable del dictador, a la ley falaz del mal juez. Agradéceselo a tus padres y no cometas el crimen de aclamar la mentira, de alinearte junto a la fuerza brutal, junto a la intolerancia de los fanáticos y la voracidad de los ambiciosos. La dictadura ha tocado a su fin.

MANTENTE CERCA DE LAS CAUSAS NOBLES 

¡Juventud, juventud! Mantente siempre cerca de la justicia. Si la idea de justicia se oscureciere en ti, caerías en todos los peligros. No me refiero a la justicia de nuestros Códigos, que no es sino la garantía de los lazos sociales. Por supuesto, hay que respetarla; sin embargo, existe una noción más elevada de justicia, la que establece como principio que todo juicio de los hombres es falible y la que admite la posible inocencia de un condenado sin por ello insultar a los jueces.

¿Quién se alzará para exigir que se haga justicia sino tú, que no estás mezclada en nuestras luchas de intereses ni de personas, que no te has aventurado ni comprometido en ninguna situación sospechosa, que puedes hablar en voz alta, con toda honestidad y buena fe?

¡Juventud, juventud! Sé humana, sé generosa. ¿Quién sino tú intentará la sublime aventura, se lanzará a defender una causa peligrosa e imponente, se enfrentará a un pueblo en nombre de la justicia ideal? ¿No te avergüenza que sean unos viejos, unos mayores, los que se apasionen, los que cumplan tu tarea de generosa locura?

-“¿Adónde vais, jóvenes, adónde vais, estudiantes que corréis por la calle manifestándoos, enarbolando en medio de nuestras discordias el valor y la esperanza de vuestros veinte años?”

-“¡Vamos a luchar por la humanidad, la verdad, la justicia!”

Émile Zola